XIX- ACTIV. IGLESIA SINODAL y DIÓCESIS

Diócesis de Iquique realizada segunda jornada (workshop) con las y los consagrados

En el contexto del proceso de elaboración de la nuevas Orientaciones Pastorales de nuestra Diócesis, el miércoles 5 de octubre se realizó una segunda jornada (con la metodología workshop) en la cual participaron más de sesenta consagrados, entre sacerdotes, religiosos/as, diáconos y seminaristas, encabezados por nuestro obispo, el hno. Isauro. La actividad se desarrolló entre las 09:00 y 14:00 hrs. en el Centro Pastoral Franciscano y tuvo una nutrida programación que incluyó oraciones, trabajos en equipos, plenarios y varios desafíos que pusieron a prueba la creatividad, innovación y colaboración de las y los participantes. Estas jornadas tienen por objetivo reflexionar sobre el rol que tenemos como agentes evangelizadores, considerando la necesidad de una conversión personal, pastoral y estructural, en un contexto de profundos cambios, incertidumbres y desafíos a nivel local y global; y establecer un propósito compartido, que implique motivación, participación, reflexión, a fin de establecer los contenidos que nos ayudaran a delinear las nuevas orientaciones pastorales. La actividad finalizó con las palabras del hno. Isauro quien agradeció a todos los presentes la participación y la motivación expresada a lo largo de la jornada.

¡ IQUIQUE PRESENTE!

Tercera Asamblea Nacional. Presencia de nuestra Diócesis de Iquique

En 2018, tras la interpelación del Papa, se fue constatando la necesidad y el deber de buscar juntos una nueva forma de ser Iglesia: una Iglesia sinodal, profética y esperanzadora que pone a Jesús en el centro. “Hacer un camino, un proceso para que, conscientes de que somos Pueblo de Dios ungido por el Espíritu, busquemos desde las raíces profundas de esta crisis y los cambios de la sociedad actual, el actuar y querer de Dios para cada uno de nosotros, nuestras comunidades, las Iglesias locales y toda la Iglesia que peregrina en

Recordando el proceso: desde dónde partimos….

Discernimiento eclesial 2019

Chile”.[2]

El proceso estuvo animado por la certeza de que, frente a la crisis, no podíamos salir iguales, volver a hacer lo que hacíamos antes ni de la misma forma, como si nada hubiera pasado.

Fueron muchas las instancias de encuentro, diálogo de distinto tipo y con diversas personas de todo el país para dar origen y forma al Proceso de Discernimiento Nacional. Laicos y laicas, consagrados y consagradas, diáconos, sacerdotes y obispos, expresaron su compromiso para discernir el ‘soplo del Espíritu’[3]  e inaugurar juntos una nueva forma de ser Iglesia.

La propuesta metodológica del proceso de discernimiento se inspiró en los verbos reconocer, interpretar y elegir, que el papa Francisco propone en Evangelii gaudium para el camino de discernimiento2:

  • Reconocer, en verdad y autenticidad, sin prejuicios, lo que sentimos, lo que nos pasa, por qué nos pasa y hacia dónde nos sentimos movidos.
  • Interpretar, a la luz de la Palabra y al servicio del Reino de la vida, la voz o acción de Dios en aquello que hemos reconocido.
  • Elegir, como ejercicio de la auténtica madurez, libertad personal y comunitaria, las opciones que responden en fidelidad al proyecto de Dios.

A su vez, el método se aplicó a tres ámbitos prioritarios con los siguientes objetivos:

  1. Estructuras y gestión. Revisar la forma en que nos organizamos y hacemos las cosas para descubrir cómo acoger de mejor manera la diversidad y riqueza en nuestra Iglesia, poniendo en el centro el valor de las personas y replanteando las estructuras al servicio de la misión.
  2. Signos de los tiempos. Descubrir los movimientos del Espíritu que marcan significativamente los acontecimientos en la historia, sus pueblos y culturas, impactan e interpelan la libertad humana.

Leer este Informe nos sumerge en la intimidad de las comunidades que con esperanza y parresía se atrevieron a hablar, discernir y proponer una nueva forma de ser Iglesia. El papa Francisco nos dice:

“Esto nos tiene que impulsar como Iglesia a buscar con humildad a todos los actores que configuran la realidad social y promover instancias de diálogo y constructiva confrontación para caminar hacia una cultura del cuidado y protección.”5

Desafíos para una espiritualidad “En salida” y Sinodal

Salir de nosotros mismos para descubrir la presencia de los otros: El prójimo no se descubre reactivamente, preguntándonos quiénes habitan nuestro espacio cercano de relaciones, sino proactivamente, saliendo de nosotros mismos al encuentro haciendo el tránsito desde la interpelación del Maestro de la Ley a la de Jesús…

Cambiar la dirección, desde una mirada vertical (la del Sacerdote y el Levita) a un mirar y escuchar que nos sitúa en el plano horizontal de la compasión, la del samaritano que descubre y puede reconocerse en el herido del camino.

Acercarse, curar y vendar: El dolor del herido, conmueve y estremece las entrañas del samaritano; -la misma reacción que los Evangelistas testimonian como  propia de Jesús frente a los más frágiles- esa compasión se valida y manifiesta transformándose en acción concreta, en obra de misericordia, de solidaridad eficaz frente al que sufre.

Nos dejamos interpelar:

Tanto la Parábola del Buen Samaritano relatada por Jesús al Maestro de la Ley, como el contexto que la origina, son un desafío al discernimiento y una interpelación…

       ¿Qué actitudes podemos rescatar de este relato para nuestro propio proceso de discernimi¿Cuáles son las situaciones que en el momento que estamos viviendo, de revisiones, de crisis, nos están exigiendo abrir los ojos y poner oídos para reconocerlas como signos del Señor para nuestro tiempo?

 ¿Cuáles son los heridos del camino que estamos llamados a acoger, a escuchar, ante los cuales tenemos que hacernos cercanos y disponibles?

4Señor, nos asistes ye sostienes, y has sellado una alianza con nosotros. Somos tu pueblo que peregrina en Chile, herido por nuestras incoherencias y fragilidades. Ayúdanos a volver la mirada a Jesús Resucitado, para que, reconociendo el daño y el dolor causado, y el llamado que nos haces en los signos de los tiempos, podamos avanzar contigo por caminos de verdad, justicia, perdón y reparación.

Envíanos tu Espíritu para crecer en relaciones más sanas, generar ambientes acogedores, inclusivos, y respetuosos, y llegar a ser una Iglesia más fraterna, sinodal,

Por Jesucristo tu Hijo nuestro Señor.


[1]  Francisco. 2018. Carta del Santo Padre Francisco al Pueblo de Dios que peregrina en Chile, 2.                          https://www.vatican.va/content/francesco/es/letters/2018/documents/papa-francesco_20180531_lettera-popolodidio-cile.html.       En adelante CPD.

[2]   Proceso de Discernimiento. http://www.discernimiento.cl/proceso_que.php

[3]   Como lo expresa el papa Francisco en la Carta al Pueblo de Dios que peregrina en Chile: “El Espíritu  Santo sopla donde quiere y como quiere con el único fin de ayudarnos a nacer de nuevo. Lej

Recordando el proceso: desde dónde partimos….

Discernimiento eclesial 2019

“Mirar el presente sin evasiones, pero con valentía, con coraje, pero sabiamente, con tenacidad, pero sin violencia, con pasión, pero sin fanatismo, con constancia, pero sin ansiedad, y así cambiar todo aquello que hoy ponga en riesgo la integridad y la dignidad de cada persona […] mirar de frente, asumir y sufrir el conflicto, y así poder resolverlo y transformarlo en el eslabón de un nuevo caminar.”

En 2018, tras la interpelación del Papa, se fue constatando la necesidad y el deber de buscar juntos una nueva forma de ser Iglesia: una Iglesia sinodal, profética y esperanzadora que pone a Jesús en el centro. “Hacer un camino, un proceso para que, conscientes de que somos Pueblo de Dios ungido por el Espíritu, busquemos desde las raíces profundas de esta crisis y los cambios de la sociedad actual, el actuar y querer de Dios para cada uno de nosotros, nuestras comunidades, las Iglesias locales y toda la Iglesia que peregrina en

Chile”.[2]

El proceso estuvo animado por la certeza de que, frente a la crisis, no podíamos salir iguales, volver a hacer lo que hacíamos antes ni de la misma forma, como si nada hubiera pasado.

Fueron muchas las instancias de encuentro, diálogo de distinto tipo y con diversas personas de todo el país para dar origen y forma al Proceso de Discernimiento Nacional. Laicos y laicas, consagrados y consagradas, diáconos, sacerdotes y obispos, expresaron su compromiso para discernir el ‘soplo del Espíritu’[3]  e inaugurar juntos una nueva forma de ser Iglesia.

La propuesta metodológica del proceso de discernimiento se inspiró en los verbos reconocer, interpretar y elegir, que el papa Francisco propone en Evangelii gaudium para el camino de discernimiento2:

  • Reconocer, en verdad y autenticidad, sin prejuicios, lo que sentimos, lo que nos pasa, por qué nos pasa y hacia dónde nos sentimos movidos.
  • Interpretar, a la luz de la Palabra y al servicio del Reino de la vida, la voz o acción de Dios en aquello que hemos reconocido.
  • Elegir, como ejercicio de la auténtica madurez, libertad personal y comunitaria, las opciones que responden en fidelidad al proyecto de Dios.

A su vez, el método se aplicó a tres ámbitos prioritarios con los siguientes objetivos:

  1. Relaciones interpersonales. Revisar la forma en que nos relacionamos en la Iglesia y descubrir qué podemos hacer para transformar y erradicar aquellas prácticas que de alguna manera agreden o atentan contra la dignidad de las personas.
  2. Estructuras y gestión. Revisar la forma en que nos organizamos y hacemos las cosas para descubrir cómo acoger de mejor manera la diversidad y riqueza en nuestra Iglesia, poniendo en el centro el valor de las personas y replanteando las estructuras al servicio de la misión.
  3. Signos de los tiempos. Descubrir los movimientos del Espíritu que marcan significativamente los acontecimientos en la historia, sus pueblos y culturas, impactan e interpelan la libertad humana.

Leer este Informe nos sumerge en la intimidad de las comunidades que con esperanza y parresía se atrevieron a hablar, discernir y proponer una nueva forma de ser Iglesia. El papa Francisco nos dice:

“Esto nos tiene que impulsar como Iglesia a buscar con humildad a todos los actores que configuran la realidad social y promover instancias de diálogo y constructiva confrontación para caminar hacia una cultura del cuidado y protección.”5

Desafíos para una espiritualidad “En salida” y Sinodal

Salir de nosotros mismos para descubrir la presencia de los otros: El prójimo no se descubre reactivamente, preguntándonos quiénes habitan nuestro espacio cercano de relaciones, sino proactivamente, saliendo de nosotros mismos al encuentro haciendo el tránsito desde la interpelación del Maestro de la Ley a la de Jesús…

Cambiar la dirección, desde una mirada vertical (la del Sacerdote y el Levita) a un mirar y escuchar que nos sitúa en el plano horizontal de la compasión, la del samaritano que descubre y puede reconocerse en el herido del camino.

Acercarse, curar y vendar: El dolor del herido, conmueve y estremece las entrañas del samaritano; -la misma reacción que los Evangelistas testimonian como  propia de Jesús frente a los más frágiles- esa compasión se valida y manifiesta transformándose en acción concreta, en obra de misericordia, de solidaridad eficaz frente al que sufConstruir con los Otros un Nos-Otros: El sacerdote y el levita aparecen fugazmente, pero pasan de largo; en la memoria de la Parábola permanecen el samaritano y el posadero, que se involucran y vinculan. La compasión se extiende por contacto, la conmoción de las entrañas puede contagiarse no es monopolio ni exclusividad nuestra; podemos salir a buscar y vamos a encontrar a otros con quienes tender vínculos, asociar y entretejer redes… 

Nos dejamos interpelar:

Tanto la Parábola del Buen Samaritano relatada por Jesús al Maestro de la Ley, como el contexto que la origina, son un desafío al discernimiento y una interpelación…

       ¿Qué actitudes podemos rescatar de este relato para nuestro propio proceso de discernimiento?

 ¿Cuáles son las situaciones que en el momento que estamos viviendo, de revisiones, de crisis, nos están exigiendo abrir los ojos y poner oídos para reconocerlas como signos del Señor para nuestro tiempo?

 ¿Cuáles son los heridos del camino que estamos llamados a acoger, a escuchar, ante los cuales tenemos que hacernos cercanos y disponibles?

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Envíanos tu Espíritu para crecer en relaciones más sanas, generar ambientes acogedores, inclusivos, y respetuosos, y llegar a ser una Iglesia más fraterna, sinodal,

Por Jesucristo tu Hijo nuestro Señor.


[1]  Francisco. 2018. Carta del Santo Padre Francisco al Pueblo de Dios que peregrina en Chile, 2.                          https://www.vatican.va/content/francesco/es/letters/2018/documents/papa-francesco_20180531_lettera-popolodidio-cile.html.       En adelante CPD.

[2]   Proceso de Discernimiento. http://www.discernimiento.cl/proceso_que.php

[3]   Como lo expresa el papa Francisco en la Carta al Pueblo de Dios que peregrina en Chile: “El Espíritu  Santo sopla donde quiere y como quiere con el único fin de ayudarnos a nacer de nuevo. Lejos de dejarse encerrar en esquemas, modalidades, estructuras fijas o caducas, lejos de resignarse o ‘bajar la guardia’ ante los acontecimientos, el Espíritu está continuamente en movimiento para ensanchar las miradas estrechas, hacer soñar al que perdió la esperanza, hacer justicia en la verdad y en la caridad, purificar del pecado y la corrupción e invitar siempre a la necesaria conversión”.

os de dejarse encerrar en esquemas, modalidades, estructuras fijas o caducas, lejos de resignarse o ‘bajar la guardia’ ante los acontecimientos, el Espíritu está continuamente en movimiento para ensanchar las miradas estrechas, hacer soñar al que perdió la esperanza, hacer justicia en la verdad y en la caridad, purificar del pecado y la corrupción e invitar siempre a la necesaria conversión”.

VIDEOS DE LA 3° ASAMBLEA ECLESIAL – CHILE- OCTUBRE 2022

Diócesis de Iquique realizada tercera jornada (workshop) “Hacia las Orientaciones y Plan Pastoral Diocesano (2023-2025)” con el Decanato Pampa

En el contexto del proceso de elaboración de la nuevas Orientaciones y Plan Pastoral de nuestra Diócesis, el sábado 05 de noviembre se realizó la tercera jornada (con la metodología workshop) en la cual participaron más de sesenta agentes pastorales de las distintas parroquias y comunidades que conforman el Decanato Pampa (Huara, Pozo Almonte, La Tirana, Pica y Camiña). La actividad se desarrolló en un ambiente de mucha motivación y participación y tuvo una nutrida programación que incluyó oraciones, trabajos en equipos, plenarios y varios desafíos que pusieron a prueba la creatividad, innovación y colaboración de las y los participantes. Estas jornadas tienen por objetivo reflexionar sobre el rol que tenemos como agentes evangelizadores, considerando la necesidad de una conversión personal, pastoral y estructural, en un contexto de profundos cambios, incertidumbres y desafíos que se viven a nivel local, nacional y global. En este sentido, se hace necesario establecer propósitos compartidos a nivel diocesano los que quedaran reflejados en las nuevas Orientaciones y Plan Pastoral de nuestra Diócesis (2023-2025) y que nos ayudará a ser una iglesia sinodal, profética, evangelizadora y esperanzadora.
La jornada se desarrolla entre las 09:00 y 15:00 hrs. en la casa de Retiros San José del Santuario del Carmen de La Tirana y estuvo a cargo de la “Comisión Orientaciones y Plan Pastoral Diocesano” integrada por laicos/as, sacerdotes, religiosas, seminaristas y nuestro obispo, hno. Isauro Covilli Linfati.
La próxima jornada se realizará el sábado 12 de noviembre, entre las 09:00 y 14:00 hrs. en el Colegio Diocesano Obispo Labbe y a ella estarán convocados agentes pastorales del Decanato Norte Iquique.